miércoles, 6 de mayo de 2009

TODO EL MUNDO SE VOLVIO PERIODISTA

Es lugar común decir que el uso del computador ha modificado la vida de las personas y, sobre todo, su manera de comunicarse entre sí. Sin embargo, pareciera que esto es apenas el comienzo de la gran revolución provocada por la utilización de este aparato personal conectado a través de Internet.


Difícil es comprender cómo llegamos los primeros periodistas a la red. Cómo nos dejamos convencer para trabajar en un medio sobre el que nada está escrito y todo se construye día a día. Un medio que sin una legislación y con un exceso de información empieza a ordenarse y a encontrar su propia lógica y estructura. Profesionales de las más variadas disciplinas participan en la red y los periodistas no fuimos la excepción. Empresas acostumbradas a dar servicios de Internet o dedicadas a hacer páginas para la red han integrado la cultura de los periodistas con la de los ingenieros en cómputo o sistemas.


Con tanta gente escribiendo en la red, se descubre que llega un momento en que se necesita conocer la esencia de esta profesión del periodismo y dejarse llevar por la velocidad que en muchas ocasiones refuerzan lo que ciertos sectores del periodismo tradicional venían manejando. Lo superficial por encima de la profundidad y el respeto por las audiencias. Un periodista en línea, al escribir sus notas, deberá pensar en un lenguaje universal, ya que hay notas que adquieren una relevancia especial porque cruzan intereses comunes. La prensa en general se ha visto transformada por Internet, pero a la vez, la red es un nuevo medio que se hace día a día y que aún falta mucho por recorrer y construir, pero que se abre ante nosotros como una opción más al construir el periodismo del siglo XXI.

jueves, 12 de febrero de 2009

"SE LO ADVERTIMOS"

... Ya un poco con las aguas o llamas calmadas, me pregunto: ¿Dónde quedó el pode de los medios masivos para evitar que la gente quedara atrapada en las llamadas piráamides?.

Claro!, lloverán respuestas de todo tipo, o disculpas mejor, para decir que “se lo advertimos”. Sí , pero eso no sirvió para nada, antes por el contrario, las extras informativas y las imágenes de la gente haciendo fila para dejar la platica, movieron a más incautos.
Eso se notó en los últimos meses del año 2008. Y antes ?, si….4, 5, 8 años atrás. ¿Dónde estuvo ese poder y ese lenguaje de cada medio que, para otros propósitos como la publicidad, si funciona?. Esta vez como en tantas campañas, esos canales poderosos de radio, televisión y prensa escrita, manejaron un lenguaje impositivo y en muchos casos de burla. No invierta su dinero en pirámides, se escuchó con adornos hasta en la propia voz del presidente Úribe. Claro está que el espectáculo ya había pasado.
Los medios siguen dirigiendo mensajes construídos para públicos que ellos mismos crean. Por curiosidad se pueden revisar las cartas y los correos de los televidentes, los oyentes y lectores, donde se quejan por este tratamiento. Alguién dijo en “ La voz de los que no tienen voz”: “Lo que no pasa en Colombia pasa por Caracol”. “Se lo advertimos”, siguen repicando los noticieros. Sí claro, pero sus campañitas y advertencias no sirivieron. ¿Dónde quedan esas funciones que con tantos bombos y platillos vociferan los medios?. Formar y educar se atropellan todos los días. Falta mucho para reconocer ese poder de los medios en tiempo de crisis o de prosperidad. Siguen abusando con tocar la pasión del público y dejar a un lado la razón.
Es bueno recordar que los televidentes, oyentes y lectores , asi esten sentados escuchando el mensaje, son activos y piensan. “Se lo advertimos", si claro. Fallaron porque interesa más mostrar estragos, vale es hacerlo rápido. Y eso se consigue fácil. Lo difícil es ir donde están las audiendias y explorar sus realidades, esto no genera titulares.
Con “Se lo avertimos” salvaron su papel en la crisis. Mientras tanto otras pirámides continuarán derrumbándose en sectores como la salud, la educación y demás campos de nuestra sociedad. Esperen el estruendo y veremos las cámaras y micrófonos

miércoles, 7 de enero de 2009

LA TELEVISIÓN

Sin darnos cuenta en muchos casos, a diario nos colocamos frente a una pantalla de televisión y por ahí recibimos una descarga de entretenimiento y de noticias; éstas últimas con un postre de productos “light” de farándula, moda y demás contenidos que ayudan a digerir el plato pesado de la realidad mundial.
La televisión es una intrusa que tranquilamente aparece en nuestra alcoba, en la sala y también en los sitios públicos. En fin, hace parte de este mundo contemporáneo. Estas últimas observaciones, son propias de una crítica que veníamos escuchando desde hace mucho tiempo y que a diario las hacen supuestos conocedores del medio.
Afortunadamente en algunos sectores de la población colombiana están surgiendo ya corrientes para entrar a conocer de verdad los alcances de la televisión, tal como lo propone, José Manuel Pérez, el libro “El desafío educativo de la televisión”, el cual se constituye en texto base para los estudiantes de comunicación social y para todo profesional de las comunicaciones.

Las teorías tradicionales colocan frente al televisor a un espectador pasivo. Ese es el primer error que seguimos cometiendo, sin caer en cuenta que así veamos televisión en forma mecánica y rutinaria y a pedido de los sentidos, estamos activos. La nueva corriente pretende crear conciencia en la sociedad sobre la necesidad de conocer la televisión. Aceptemos que desde la escuela, el colegio y aun más desde el hogar, nunca se prepara a los televidentes activos, a pesar de que este medio masivo reemplaza en muchos casos a la familia y la institución educativa.

Recordemos que un televidente activo se logra en la medida de su participación en varios campos. En primer lugar como espectador que tiene la libertad de escoger; como intérprete de los mensajes, siendo crítico y conciente; como usuario de la televisión que exige derechos y finalmente, participando y exigiendo en la televisión que quiere.

IDENTIDAD CULTURAL Y ACULTURACIÓN

En primer lugar está “identidad cultural”: concepto que apareció y se extendió con la descolonización de Asia y África, después de la II Guerra Mundial y luego se aplicó en América Latina. Vale la pena decir aquí que cuando un pueblo reafirma su identidad, lo que hace es autorepresentarse y autovalorarse. Pero todo no queda ahí.

En segundo lugar, la representación que una sociedad se hace de sí misma no basta para configurar su identidad. Es necesario y muchas veces en forma contradictoria, integrar esa representación con la idea que los demás, es decir, los integrantes de otros grupos culturales, se hacen de esa identidad. A cerca de ello, la conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales en América Latina y el Caribe reunida en Bogotá, proclamó que la identidad cultural es “la base de los pueblos”, brota se su pasado y se proyecta a su porvenir, de tal modo que no es nunca estática sino a la vez histórica y pensada en el futuro, para estar siempre en marcha hacia su mejora y su renovación.


El otro termino es “aculturación”. Su definición más cercana tiene que ver con el conjunto de resultantes de que grupos de individuos pertenecientes a culturas distintas entren en contacto continuo y directo. También son los cambios que se producen en los modelos culturales originarios de uno o de ambos grupos. El resultado no es casi nunca, un cambio completo de la pauta cultural anterior.


Para curiosos:
http://www.antropologiavisual.cl/baldassarre.htm
http://www.disaster-info.net/desplazados/informes/rut/10/default.htm
Sobre resiliencia: http://www.cecnews.org.ar/newsletter/03_resilencia.htm



MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Me inquietan los resultados que dejan los medios de comunicación a sus destinatarios.
El fenómeno de los medios masivos preocupa también a sociólogos, psicólogos, educadores y a muy pocos dentro de la masa de público. Sin duda los medios son un nuevo modo de hacer cultura.
El hombre y la mujer están culturizándose a través de la sofisticada tecnología de las comunicaciones que le entregan mensajes en forma de paquetes que forman una especie de mosaico en pedazos, una especie de colcha de retazos sin ordenamiento lógico no estructuración interna entre sí.
La prensa, la radio, la televisión y la publicidad están entregando permanentemente al público mensajes elaborados con una refinada técnica expresiva con características generales entre las que destacamos en primer lugar que tienen un objetivo preciso, el destinatario es la masa o colectividad y el empleo de formas atractivas en la transmisión del mensaje.
Estos elementos permiten concluir que realmente los medios están creando un ambiente cultural, los individuos diariamente son bombardeados por estos medios con una cantidad enorme de informaciones desordenadas que van dando como resultado lo que muchos llaman una “cultura de mosaico”, heterogénea y fragmentaria.
Este conjunto de informaciones dirigido fundamentalmente a la satisfacción inmediata de los gustos de las mayorías, modela entonces un tipo de cultura denominada “cultura de masas”. Ser culto en este contexto significa entonces estar informado y ser capaz de hacer síntesis de multitud de cosas que transmiten los medios. La cultura de masas implica, pues, un “saber común” que conduce a la sociedad hacia una uniformidad informativa mediante la cual los individuos son masificados, es decir, se les imprime una misma mentalidad “de publico pasivo” y manipulado para que sigan las opiniones y adopten los comportamientos “sugeridos” por los medios de comunicación.
Desde la universidad, como futuros comunicadores sociales, y ya profesionales en este campo, tenemos un gran encargo, para hacer de los lectores, radioescuchas y televidentes, un público critico y reflexivo, que antes que aceptar la imposición de los medios, proponga las temáticas y oriente a los medios por el camino de una verdadera democracia en la comunicación.

EL LIBRO ¿DESAPARECERÁ?

Fuente de imagen 1: http://www.lacoctelera.com/myfiles/jesusandres/NocheDeLosLibros.jpg

En esta ocasión voy a referirme al papel del libro, tanto el tradicional como el que está llegando a las pantallas digitales.
Entre 1998 y 2000, en congresos de editores y ferias de libros, surgieron debates que dieron por conclusión la desaparición del libro tal como lo conocíamos y vaticinaron el triunfo de la versión en internet sobre las páginas de celulosa.


En el 2004, quedo claro que semejante pronóstico resultó equivocado. No solo el formato impreso sigue vigente, conviviendo con la opción digital, sino que las nuevas tecnologías han desarrollado formas de producir la versión tradicional.
Del cambio del libro en cuanto al contenido se habló mucho menos. Lo cierto es que las nuevas tecnologías posibilitaron, en cuestión de unos pocos años, que los clásicos de la literatura fueran digitalizados; es decir, retomados e incorporados a la nueva modalidad. Pero, además de incluir textos de producción anterior, internet influye en la producción de nuevos contenidos, aunque este aporte pueda verificarse con mayor lentitud.


En la actualidad, es posible encontrar novedosas propuestas en torno a la escritura y también un aumento de títulos publicados que viene de autores nuevos, autores que en los medios tradicionales no serian editados.


Es valioso recordar también, que desde sus orígenes, el libro electrónico ha buscado reproducir el formato impreso. Los últimos avances siguen también esa línea: la de un libro con el tamaño y la forma del tradicional de papel, por el que puede pasar con absoluta fidelidad las páginas de una publicación. Entonces hay mas razones para asegurar que la cultura virtual es impensable sin el modelo del libro impreso, perfeccionado durante años y años de vigencia.

CALIDAD DE VIDA


Comencemos con esta pregunta: ¿La calidad de vida se relaciona con lo que uno tiene o con lo que uno es?


Recordemos que los medios masivos de comunicación se dedican a bombardearnos con imágenes para convencernos de que vivir es: tener cada vez más casa, carro, ropa, viajes y todo lo que sea posible soñar. Hasta la marca de jabón que usted usa, “lo distingue” como persona. La idea del “cosismo”, es evidentemente alimentada por los que producen y venden las cosas. Pero la realidad, a veces, nos hace poner en duda tal felicidad: Millonarios y famosos que se suicidan, se drogan, se alcoholizan…


Entonces, será cierto que el dinero no hace la felicidad?
Los que tal afirman, recuerdan con frecuencia aquel cuento popular, sobre el rey que buscaba la camisa del hombre feliz para ponérsela y descubrió que el único ser feliz que encontró… no tenia camisa. Claro que generalmente este cuento lo repiten los que tienen unas cuantas camisas.
Ambas posiciones me molestan mucho: el “cosismo”, más conocido por el consumismo, porque aliena a la persona mediante la propiedad de las cosas. Y también el “pobrismo” (la apología a la pobreza), porque me parece profundamente hipócrita y manipulador. En resumen: no creo que el dinero haga la felicidad como tampoco creo en la felicidad del hombre sin camisa.


Todo ser humano merece una vida material decorosa. Es más, ello es casi una condición para que la gente pueda disfrutar de otras necesidades menos terrestres, porque con hambre o sin techo, por ejemplo es difícil concentrarse en la lectura de un buen libro.

Estas reflexiones nos conducen a diferenciar los conceptos: nivel de vida y calidad de vida.
El nivel de vida es una categoría socio-económica, que la evalúa en función de los bienes materiales y los servicios con que cuenta la población, así como la calidad en su distribución.
Mientras tanto, calidad de vida, es una categoría Sico-sicológica, que se refiere al bienestar subjetivo que las personas sienten, en relación con la satisfacción de sus necesidades.

Fuente de imagenes:

HALEMOS DE LIBROS: ¿POR QUÉ SOMOS ASI?

Su autor es el genetista Emilio Yunis (en la foto), nacido en Sincelejo, Colombia, en su trabajo expone que en Colombia no hay una nacionalidad. La existencia de subculturas es lo que determina la personalidad del colombiano de hoy que, ya en el siglo XXI, vive en un país incomunicado.
Curiosamente este genetista no encuentra razón alguna para que sigamos pensando que el origen de todo en este país sean los genes. Al respecto señala que lo que hay aquí es dominación social de unos sobre otros. “La historia nos ha hecho violentos”, dice.
Para él no hay genes blancos, negros o amarillos, tampoco corruptos o violentos. Todo está en el país que hemos construido desde la llegada de los españoles.
Desafortunadamente en nuestro país las regiones se desarrollaron como subculturas hasta llegar a lo que llamamos endogamias culturales, es decir que nos miramos a nosotros mismos. No miramos afuera, los demás, los de otras regiones son forasteros, son extraños, su visión del mundo no tiene importancia para nosotros.
Otra razón para que seamos así, es la falta de vías que comuniquen a las regiones. Hay autopistas y carreteras que escasamente enlazan las capitales. Más bien hemos sido un país intercomunicado por los periódicos, la radio, la televisión y las empresas aéreas.
Con esas razones justifica que en Colombia la violencia se sienta generalizada gracias a los medios, pero al decir verdad alguien del Huila no siente ni sabe de la violencia en Cali, tampoco existe una conciencia colectiva de acoger principios de justicia, de lucha anticorrupción o de apoyo a la constitución.
Finalmente anotemos en esta reseña del libro: ¿por qué somos así? Lo que expresa Emilio Yunis: siempre estamos buscando un Mesías, un salvador y así como lo endiosamos lo abandonamos. En este país cualquiera lanza una idea, los medios le hacen eco y ponen a bailar al país con eso.Para salir del subdesarrollo propone una verdadera integración de las regiones, no de papel como ocurre actualmente.
Páginas complementarias o para curiosear sobre Emilio Yunis:

LA RADIO

Imagen: http://tramoya2.blogspot.com/2008_06_22_archive.html
Decía alguna vez Gabriel García Márquez que los Colombianos tenemos el vicio de la habladera; y pasando al otro extremo, se afirma con fundamento que Colombia es una tierra de Poetas: Los anteriores son enfoques que nos llevan a la misma conclusión, la fascinación por la palabra. Y si a ella le sumamos la posibilidad descubierta mucho antes que la realidad o el “internet”, fácilmente caemos en la adicción o en el gusto por la radio, ese maravilloso hallazgo de Guillermo Marconi y otros que le encontraron uso a las ondas hertzianas.

En buena parte rompimos y seguimos rompiendo el provincialismo para integrarnos a la aldea global, gracias a la mágica cajita de pandora que a comienzos del siglo 20 ocupaba un gran espacio en cada hogar, y que hoy, con su versatilidad, nos acompaña casi como parte de nuestra indumentaria diaria y nos aporta la dosis personal de música, noticias, humor, poesía, retorno al pasado y a manifestaciones estéticas de los pueblos, nostalgia del futuro o simple entretenimiento.

Es muy importante destacar hoy la importancia de la radio, que la escuchamos en todas partes y en todo momento, sin caer en cuenta de su encantadora magia.
La radio frente a otros medios, sólo nos demanda uno de los cinco sentidos convencionales, el oído, y permite que según la capacidad creativa de quienes estimulan con su mensaje auditivo aportan el resto por su cuenta: La imaginación creadora, la evocación y el ensueño.

La radio es una adicción creativa, no destructiva, que se la aprovechamos aun más, favorece el sentido estético, el respeto a la diversidad de pensamientos y sentimientos entre hombres y mujeres.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Desde hace más de 20 años partió en Colombia una fuerte crítica a los medios de comunicación. Fácilmente para referirnos a la prensa, la radio, la televisión o el cine, comentamos que son una amenaza social y que muchos problemas del país se solucionan transmitiendo mensajes positivos por los medios. Es decir, ni más ni menos, estamos afirmando que el espectador es pasivo.


El investigador Umberto Eco llama a esa común posición “La actitud del misionero”. En efecto, el misionero es la persona que siente con la verdad absoluta, aquella que es necesaria para que los demás adquieran el nivel que él tiene, o el nivel ideal.

Hoy quiero invitar a los lectores y a los críticos de los medios a mirar la nueva corriente de pensamiento, que propone un receptor desde otra perspectiva, diferente a la que establecen las leyes que dan lugar a los juicios de valor.
Juzgar a los lectores, a los oyentes, o a los televidentes como seres pasivos y que “tragan entero” nos está diciendo que nuestra sociedad le tiene miedo a los receptores, al público.


El raciocinio que se suele seguir es muy sencillo: primero se define a los medios de comunicación como instrumentos dotados de un poder prácticamente mágico, del cual solamente podríamos escapar mediante la conciencia crítica. Esta, a su vez, sólo se adquiriría en un largo proceso de estudio y de maduración.


Para no ir más lejos, lo que se está diciendo en la crítica a los medios es que actualmente sólo un grupo de privilegiados pueden leer, ver y oír los medios de comunicación con tranquilidad. Los demás, la gran mayoría de la población sobre todo los niños y los pobres, serian víctimas de los medios, manipulados por estos. Poco a poco nos formamos una idea monstruosa de los medios, como aparatos que nos están dominando.


Quiero, para terminar mi comentario por ahora, decirles que la realidad nos señala un receptor que piensa y escoge, como autor indirecto, pero decisivo de las obras o programas. Usted es quien va señalando el tipo de personajes, de situaciones, de noticias, tratamiento de los dramas o de la información.

domingo, 4 de enero de 2009

EL SEPTIMO CONTINENTE

Por supuesto que no se trata de un nuevo descubrimiento de tierras o del hallazgo de aquella famosa Atlántida ilustrada en estas imágenes.

El séptimo continente es un término que se comenzó a usar desde 1997 para referirse a todo ese espacio telemático y cibernético, en torno al computador y la Internet. Ese es el nuevo continente, el cual es manejado por 12 maquinas de información o 12 servidores, que pertenecientes a Estados Unidos, uno Británico, otro Sueco y uno Japonés. Así mismo como cifra interesante se señala que a esa red mundial de información accede actualmente sólo el 10 por ciento de la población mundial, pero más de la mitad, aunque maneja su lenguaje y conoce de sus recursos técnicos, sin embargo no sabe sacarle provecho y se deja manipular por el medio.
Es el momento de recordar entonces que la globalización está presente claramente en Internet y que quienes no estemos preparados para sacarle buen provecho y buscar su aporte a la humanidad, fácilmente podemos caer en la pretendida dominación cultural impuesta por los servidores. No olvidemos que en el nuevo continente o el séptimo continente, tienen el poder pocos países que manejan un proyecto de hegemonía mundial.
No se trata de aislarnos del mundo y cerrar las fronteras a los avances tecnológicos sino más bien de no caer en las trampas de la globalización mal orientada a nivel de la economía y otros sectores, donde el poder sigue concentrado en pocas naciones.

Internet es una buena alternativa para alcanzar nuestro desarrollo y crecimiento pero no olvidemos lo que ocurre con los grandes medios masivos de comunicación: El flujo de información se sigue imponiendo en dirección norte-sur y olvidamos nuestras realidades.